4 oct 2015

Otra historia de abogados



In Memoriam

Antes de llegar a juez comprendió que, en la vida, una frontera mental es más sólida que las trazadas a resultas de una guerra. Que no hay asilo ni amparo para el tozudo que todo lo ve en blanco o negro. Y que la ley deja resquicios a la esperanza, si la interpretas y fundamentas con arreglo a Derecho. Sin embargo —y esto es lo que le duele— enfrentarse a su suerte escapa a segundas lecturas. Es chocar contra una pared como el mármol de la lápida junto a la que ha dejado una flor. En él no hay resquicios sino vacío. El de sus bolsillos ahora ocupados por unas manos sin fuerza, abandonadas, como los pasos que le guían por ese campo de cruces. Solo le queda el recuerdo y volver al trabajo e interpretar las leyes escritas por los hombres.

©Mikel Aboitiz

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