Berlín,
10 de noviembre de 2011
Permítanme
que interrumpa su ocio.
Me
veo en la dolorosa obligación de comunicarles que la lengua
salvada ha sido ingresada de pronóstico reservado en un
hospital de nuestra ciudad. Hasta el momento las causas que han
llevado a tomar tal medida nos son desconocidas por lo que, por el
momento, no podemos avanzarles mayor información. Sin embargo,
debido a tan especial circunstancia, nos vemos forzados a tomar las
precauciones pertinentes para que este blog siga adelante. Para ello
esperamos contar con el apoyo inquebrantable de sus fieles
seguidores, de los cuales solo unos pocos han tenido el coraje y el
arrojo de comunicar con la lengua salvada (a pesar
de no haber llegado a inscribirse como seguidores oficiales) y la han
enviado mensajes de manera
tan esporádica como incondicional. Para no defraudar las
expectativas de estos y
otros muchos, podemos asegurar y les aseguramos, que el blog seguirá
en funcionamiento gracias a la labor previsora de Salvada cuyo
trabajo administraremos desde aquí, guiados por el espíritu de
unión que, en todo momento, nos conducirá en
esta etapa de
incertidumbre. Apelamos a la probada paciencia de
los seguidores de la lengua salvada (aunque lo sean
de manera extraoficial, sin tener a bien pinchar sobre “seguidores”
en la parte derecha, bajo las etiquetas) para sobrellevar
eventuales alteraciones técnicas y de asiduidad de
publicación.
Asumiendo
las prerrogativas extraordinarias que en las circunstancias actuales
desde hoy contraigo, les encarezco –en mi nombre y en el de todos
los que modestamente colaboramos desde la sombra para que ustedes
puedan disfrutar de su merecido asueto con la enaltecedora lectura de
este blog– a mostrar en
este trance su probado apoyo a nuestra labor, haciendo gala una vez
más, de la paciencia y entereza que como hombres y mujeres de bien
les caracteriza, y les insto a no ahorrar muestras de adhesión a la
lengua salvada en
forma de comentarios o correos electrónicos, que a buen seguro
llegarán a oídos de Salvada cuando esta se restablezca.
Sin
más novedades por el momento, me despido de ustedes hasta una futura
ocasión.
¡Que
la saliva les acompañe!
Atentamente
les escupe,
La
lengua dictagorda
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