9 may 2018

En menos de 101 palabras


Adaptación

Cuando éramos jóvenes el sol no mataba, picaba; la sequía afectaba solo al trigo y los bebés sobre el regazo no corrían peligro en el asiento trasero del coche. Los dolores de muelas se aliviaban con anís, el mismo en el que se alegraban los chupetes que garantizaban largos sueños de niños y mayores; Supermán triunfaba en las pantallas y el SIDA esperaba paciente su momento.
Nos hicimos viejos y, para colmo, la camiseta usada del mundo se puso del revés, volviéndonos alcohólicos, imprudentes; gente de dentadura imperfecta que sonreía al divino progreso y cargaba de razón al futuro.

©Mikel Aboitiz

2 comentarios:

  1. Uno se da cuenta de que han cambiado muchas cosas cuando recuerda que se viajaba con los niños en la parte de atrás del coche, jugando sueltos. Por ejemplo. Pero yo no echo de menos el tiempo sin internet, por decir un adelanto que valoro mucho

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. El internet que aleja y une a la gente...

      Un abrazo desde Berlín

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