Adaptación
Cuando éramos
jóvenes el sol no mataba, picaba; la sequía afectaba solo al trigo y los bebés sobre
el regazo no corrían peligro en el asiento trasero del coche. Los dolores de
muelas se aliviaban con anís, el mismo en el que se alegraban los chupetes que
garantizaban largos sueños de niños y mayores; Supermán triunfaba en las
pantallas y el SIDA esperaba paciente su momento.
Nos hicimos
viejos y, para colmo, la camiseta usada del mundo se puso del revés, volviéndonos
alcohólicos, imprudentes; gente de dentadura imperfecta que sonreía al divino
progreso y cargaba de razón al futuro.
©Mikel Aboitiz
Uno se da cuenta de que han cambiado muchas cosas cuando recuerda que se viajaba con los niños en la parte de atrás del coche, jugando sueltos. Por ejemplo. Pero yo no echo de menos el tiempo sin internet, por decir un adelanto que valoro mucho
ResponderEliminarUn abrazo
El internet que aleja y une a la gente...
EliminarUn abrazo desde Berlín