- Soltar
todo y largarse -
Salí
del baño sin tirar de la cadena, ignorando el ojo parpadeante de la
lavadora lista. Iba camino del microondas donde un pan descongelado
se mareaba en vano. La cafetera italiana hervía café cumplimentando
bajo el fuego un destino de bomba casera inminente. Entonces sonaron
timbre y despertador; dos tostadas saltaron como trapecistas
escapando un segundo de su celda doble de brasas y en el móvil se
disparó la marcha Radetzky. Me llevé las manos a la cabeza y ordené
prioridades: lo primero fue abrir la puerta. Lo segundo, ganar la
calle ante la mirada atónita del cartero y el escándalo del
vecindario por mi desnudez.
©Mikel
Aboitiz
Lo de "Soltar todo..." del título y empezar el relato con aquello de "Salir del baño sin tirar de la cadena..." prometía una historia escatológica. Por suerte no fue así... Saludos, Mikel.
ResponderEliminarLo importante era resaltar que quedaba algo pendiente (tirar de la cadena) y que a ese algo se sumaron otros algos. Por lo demás, cualquier parecido con una realidad escatológica es casi pura coincidencia. En cuanto a escatología como ciencia referente a la vida del más allá, tampoco se advierten coincidencias. Gracias por tu comentario, Miguel Á.
ResponderEliminar