- Fría
Venganza -
El
deseo de seguir siendo amigos era el resto imposible de una división
desgraciada entre sentimientos (pasión, fidelidad, entrega) y
participantes (ella, él; el butanero). Consciente de ello, se
preocupó por multiplicar sus esfuerzos por olvidarla: frecuentó
otras mujeres, afiló sus cuchillos, renovó su afición culinaria.
Pasó de la cocina de gas a la vitrocerámica. En ella, evaporaba a
fuego lento la hiel macerada de sus recuerdos. Y a falta de productos
frescos, abría el arcón de congelados en cuyo fondo dormía tiesa
entre gambas la palanca infame que movió aquella traición. Una
pieza no apta para vegetarianos.
©Mikel Aboitiz
Siempre es un placer pasarse por aquí.
ResponderEliminarUn saludo, Mikel.
El placer es mío al tenerte aquí y dar vida a esto.
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