10 sept 2017

Otra historia de abogados

Detalles

El secretario judicial se atusa hastiado las guías del bigote. El fiscal mordisquea concentrado el extremo de un lápiz. Calculará el cómputo de penas. El abogado, igual que durante el careo, se frota cansado las sienes. A golpe de maza el juez cerrará la sesión. Gestos, sumandos desiguales de lo cotidiano en la Justicia. El clic de las esposas al cerrarse. Las gotas de agua, suicidándose mil veces contra el lavabo, desajustando el silencio de la noche en blanco. Detalles en los que reparar. El rápido pestañeo del abogado al anunciarse la condena, el leve murmullo del público a mis espaldas. Lo sigo como en una película. Desdichadamente han sentenciado trece años y un día y el actor imprescindible de este film se sienta en el banquillo y, por mucho que me cueste creerlo, deja escapar una lágrima y soy yo mismo, atento a esos tontos detalles.

©Mikel Aboitiz

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