21 may 2018

En menos de 101 palabras


En un cajón

De jóvenes, Tito descorchaba botellas con los dientes, María voceaba números en el bingo y yo, el tercero de aquel trío inseparable, trabajaba con mi padre. De pronto, ambos desaparecieron sin rastro. Averigüé que se casaron de penalti y salieron del país. Pasado un año, comenzaron a mandarme fotos llevando a un chiquillo en camello o entre arrozales. Perdidos por el mundo, se convirtieron en seres extraños, ahogados en inexplicable gratitud. Sus cartas, nunca contestadas, rebosaban en un cajón esperando a aquel hombre tímido que un día, por sorpresa, visitaría mi oficina tartamudeando con inquietante acento extranjero: «Tenía que conocerte».


©Mikel Aboitiz

2 comentarios:

  1. Imagino que es el hijo de la pareja viajera- Una solución drástica esa de largarse a correr mundo, pero de los cobardes nada se escribe.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En 100 palabras se esboza La historia. El lector ha de rematarla a du gusto.
      Gracias por hacerlo

      Eliminar