Definiciones imprecisas: Sumidero de la ducha

El sumidero de la ducha es el lugar por el que escapa el agua con su carga descendiente de impurezas y pequeños restos de uno mismo (piel, cabellos) que la rejilla, frontera insalvable o provisional relicario laico, aguanta por unos minutos. Si este tiempo se alarga y se comparte ducha, suele ser motivo de desencuentros y debates que suben como la espuma de un buen gel de baño. Así, por un quítame esos pelos, se puede culminar tras un ping pong de querellas domésticas, mentando a la santa madre del cónyuge. Del plato de la ducha (o de su ausencia) depende la ubicación del sumidero, generalmente esquinada, si bien los hay también orgullosos, centrados. Estos últimos conceden un fin extra, como si lo fundamental del acto de ducharse fuera solo deshacerse del agua y sus acompañantes. Acomodar una tapa metálica sobre el sumidero supone separar dos mundos por ocultación del inferior. Abajo el infierno de las canalizaciones. Arriba se abre el cielo resplandeciente de alicatados y apliques esperando la lluvia redentora de la ducha.  

©Mikel Aboitiz, Berlín diciembre 2021