8 abr 2023

En menos de 101 palabras

En bucle

Un hombre cansado de rostro lampiño llama al ascensor desde el ático. No espera encontrarse a nadie dentro, pero al abrirse el elevador, aparece un señor con gesto muy confundido. Porta un bigote de herradura, como de pega, e indica no querer apearse. Conforme descienden, va perdiendo consistencia hasta llegar a desvanecerse.

Al abrirse la puertas en el piso inferior, el hombre cansado, manotea boquiabierto el aire vacío frente al espejo. Ahora luce un bigote inexplicable. Se lo palpa y, sin pensarlo dos veces, presiona el botón del piso superior.

Arriba, sin saber dónde se mete, espera  un joven imberbe.

©Mikel Aboitiz

 

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