Lección
de anatomía con moraleja para curiosos. La lengua salvada
¡Pasen
y vean! Bienvenidos dentro de mi calavera. Por estos dos orificios
podrán ver el mundo con mis ojos. ¡Sigan, sigan!, no se detengan.
Un poco más abajo, por favor, ahí lo tienen: aspiren profundo y
olerán los aromas de la vida. Pero, ¡sigan, sigan!, no se detengan,
por favor. Asómense a esta ventana. ¿Tienen frío? Se les cuela
entre los dientes, ¿verdad? Bien, pues ahora guarden silencio, por
favor y, sobretodo, no se muevan, porque quien les habla, viene de
adentro; es la única carne que queda en mí y se los va a tragar de
un lametón. ¡Ya!
©Mikel
Aboitiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario