A cuerpo de rey
00:01 horas: el cajero te vuelve a dar el máximo permitido. Vas a gastar a manos llenas, billetazo a billetazo. En metálico. Los ahorros: al carajo. Consideraciones pusilánimes: para otros. La economía mundial se va a pique y tú te quieres permitir una barquita hinchable, inflada con caprichos para flotar en el caos y beber champán en la piscina del lujo antes de que todo se hunda. ¡Solo se vive una vez! Ardiendo en deseos, doblas la esquina con la cartera repleta y entonces te detiene el filo de una navaja. Entregas la cartera. ¡Solo se vive una vez!
©Mikel
Aboitiz
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