5 feb 2012

En menos de 101 palabras (sin el título)


Deseando relación estable

Mediada la noche me levanto furtiva de la cama para espiar sus neveras. Me gusta observar los estantes bajo la cálida luz de su amanecer portátil. Oír el runrún del motor arrancando, dándome una bienvenida gruñona y, sobre todo, comprobar el orden, la limpieza de las hueveras; la acertada disposición de las botellas en la puerta; el estado de las verduras conteniendo su aliento húmedo en el cajón. Si me agrada lo visto, vuelvo a la cama: merece la pena intentarlo. Si no, dejo una nota a mi fugaz amante y marcho. Los frigoríficos dicen la verdad. Ellos saben.


©Mikel Aboitiz

                                      


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