Usura
—Al Monstruo le da igual cómo consigas el dinero. Lo importante es que pagues puntual tu deuda. Y los intereses. El Monstruo no perdona —el manco se rascó el muñón significativamente antes de proseguir—: Todos hemos tenido dificultades con él alguna vez.
Le dejé con la palabra en la boca. Corrí como un poseso en busca de la pasta. Atraqué una mercería y una tienda de souvenires. Con eso aún no tenía bastante y desvalijé a un vendedor de la ONCE. Ahora somos compañeros. Él no me vio, claro, y el Monstruo no me perdonó.
©Mikel Aboitiz
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