7 dic 2012

Salvaje informa de Salvada, Banville y Jánter


 Vaya, vaya. Parece que Salvada está perdiendo ritmo de publicar y tirando de entradas antiguas. No es de extrañar. Su papelera está atiborrada de botellas de Riesling vacías y entre ellas he encontrado un manuscrito mercenario que presentó a un concurso. Su intención era clara: ganarlo y llevarse un premio en especie de unas afamadas bodegas jerezanas. Bien, solo diré que no ha cambiado de bebida, solo de lectura: desde que leyó la reseña de Jánter, Salvada está como loca, devorando John Banville. A Jánter se puede le puede leer y disfrutar en su blog Bitácora de un fracasado. Es directo, salvaje, como a mí me gusta. (pincha para leer su reseña).  El relato rescatado de la papelera lo transcribo a continuación.



Inmersión

El presidente de la comunidad de vecinos baja a escape de la reunión en la azotea desde donde aún llegan las protestas de la vecina de los rulos rosas: «¡¿Y las cañerías?!». Cierra la puerta del piso apoyando la espalda en ella, exhausto, sudoroso. Oye un último «¡¿Y las cañerías?!» amortiguado, lejano, como si estuviera sumergido en agua. Su piso es un submarino, zona segura donde servirse una copa camino del sillón orejero. Por fin solos él y su brandy jerezano. Prueba un sorbo; entrecierra los ojos reteniendo los sabores a madera y vainilla. Siente paz. Su ceja izquierda permanece arqueada, alerta ante posibles movimientos allí arriba, en la superficie. Bebe otro sorbo. Ahora el silencio en el submarino es total. Él, su capitán, los pies sobre la mesita, se relaja. Siglos de tradición y cultura descansan en su copa, ajenos al tiempo fugaz que marca el reloj de pared, renqueante al dar la hora, como si fuera la única maquinaria que impulsa el submarino. ¿Bebía también el capitán Nemo brandy jerezano? Sonríe. De pronto suena la alarma a bordo y a la voz de «¡Inmersión!» rellena la copa mientras la de los rulos se ensaña con el timbre.

©Mikel Aboitiz


3 comentarios:

  1. Un micro con claro sabor a concurso, Mikel y no por ello menos disfrutable.

    Las comunidades de vecinos son un disparador inagotable.

    Muy bueno,

    Un abrazo,

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  2. El capitán Nemo bebía Brandy de Jerez, te lo aseguro. El arte del micro es la imaginación y la sorpresa. Bueno, bueno. A tu nivel.
    Gracias por hacer referencia a mi blog. Varios días desconectado de la red me han impedido agradecértelo antes.
    Un saludo.

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    1. Gracias a ti por la reseña: estoy disfrutando mucho antigua luz.

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