27 feb 2013

Salvaje informa sobre Salvada y sus médicos



Parece que Salvada, no tiene suficiente con los abogados y ha decidido pasarse a los médicos. ¿Que cómo? Utilizando las cinco palabras obligadas del concurso de abogados (en este caso, las mismas que usó en Zahorí entogado: Vértigo, brújula, vástago, carámbano, jurídico) y la restricción de 150 palabras para confeccionar un relato esta vez de médicos.
Aquí os dejo su relato (ella está demasiado ocupada catando la nueva añada de Riesling como para ocuparse de esto). 


¡Y ni una palabra más!





Nuevo intento


Al escuchar la noticia de labios del doctor me quedé fría como un carámbano. Tal vez influyó que usara la palabra 'vástago' al comunicarme que sería niño. 'Vástago' me sonó a término jurídico. A sentencia inapelable.
   —¿Es definitivo? —pregunté aferrada a la nada, el único asidero de los desesperados.
   —Así es —respondió el muy cobarde, apartando la vista hacia la ecografía.
Sé que él no tuvo la culpa. Pero la suerte nunca está de parte del mensajero. Monté en cólera (enajenación transitoria lo llamaron). Lancé por los aires todo lo que encontré en la consulta. Se la puse patas arriba. Todavía estoy viendo sus ojos espantados, girando como brújula sin norte. Y la cara de burra de la enfermera que terminó noqueándome. Su aliento a cebolla aún me repele. Siento vértigo. Yo quería una niña. ¡Por fin una niña para sus seis hermanitos!
Cuando salga, volveremos a intentarlo...


©Mikel Aboitiz

 

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