25 mar 2018

En menos de 101 palabras

Mas allá de la impotencia


Nada tiene sentido desde que murió. ¡Qué duro! La tristeza de sus hijos tras el accidente; saberla a ella sola tirando de la familia para adelante y él sin poder cambiarlo. Después, la rueda de las estaciones con su apisonadora imparable: primavera, verano, otoño,... No dejar de recordar. Volver a ver fogonazos en medio de la noche, frenos chirriando, vueltas de campana. Nada tiene sentido. Nunca lo imaginó así. Y sobre todo, soportar que pasado un tiempo alguien comparta con ella su lado de la cama. Así es la muerte. Un sinsentido. Y las flores marchitándose ahí arriba.


©Mikel Aboitiz

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