Menuda papeleta
La presentadora baraja las papeletas de la urna del sorteo.
Se diría capaz de comunicar más con esa mirada acuosa que fija en la cámara
tres que con su labia de abogada dedicada al espectáculo audiovisual. Muestran
los análisis de audiencia que repartiendo consejos jurídicos no tiene
competencia dentro ni fuera de su franja horaria. La mayor cadena de cable del
país financió la producción «Tribunales caseros» y la suspendió
sin rodar el programa piloto; no lograron ficharla para Antena Jurídica, pues
su fidelidad a la emisora pública les disuadió. Antes de extraer con su mano
inocente una papeleta, lista para desvelar el nombre del ganador, alinea sus
dientes como soldados del ejército blanco de la alegría. Desarma saber que
ignora que las papeletas van preñadas con mensajes idénticos del principal
rival televisivo. Pero no leerá ninguno. Un primer plano la mostrará tragando
saliva y caer desmayada en riguroso directo.
©Mikel Aboitiz mayo 2019
Los sorteos son siempre paar estar nervioso. No sé qué audiencia pudiera tener, pero igual era un éxito
ResponderEliminarUn abrazo
Si este relato fuera un programa de la tele, tendría una audiencia mínima de ahí mi gran agrado al leer tu comentario.
EliminarUn abrazo