8 ene 2021

En pocas palabras

Una señora frágil

Ayer, antes de acostarnos, mamá nos trajo un libro sobre gente de tiempos antiguos, de cuando vivía una señora bastante mayor y frágil que se llamaba Democracia. Cerró la puerta del dormitorio para no molestar a papá y nos leyó, bajito, bajito, cosas de aquel entonces, cuando no teníamos un Libertador al mando y la gente andaba de aquí para allá lanzando opiniones unos contra otros. Eran tiempos de caos en los que vivía Democracia. Había unos señores que decían ser los representantes del pueblo y que, después de discutir horas y horas entre ellos, hacían lo que querían, pues no contaban con la opinión del Libertador, porque este aún no había nacido. No existía una línea clara, que es algo como un camino derechito por el que ir, como ahora, y ellos se liaban a insultos. Unos eran cobardes, otros traidores, no como hoy que todos somos patriotas. A mamá se la notaba cansada, casi sin voz. Nos dijo que la confianza era algo muy importante y que debía ser como una roca, imposible de romper. Cerró el libro recordándonos que no habláramos de él con nadie, absolutamente con nadie y que confiaba en nosotros. Nos dio el beso de buenas noches, apagó la luz y la oímos arrastrar las zapatillas hasta la puerta.

 Dándole vueltas a lo del libro de mamá, hoy me ha llegado la hora de ir al cole y he dejado la magdalena del desayuno a medias. Sé que la confianza es una roca, seguramente de granito, que es algo muy duro. Por eso no pienso mencionarlo nunca, nunca, así me arranquen las uñas. Simplemente, en la pausa del recreo, como que no quiere la cosa, con mucho cuidadito, preguntaré a la profe de Instrucción Patriótica si alguna vez oyó hablar de una tal Democracia.

©Mikel Aboitiz

3 comentarios:

  1. Una reflexión bien llevada. Por la Democracia, que permite que quienes la odian se puedan expresar.

    Un abrazo

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    1. Una visión del futuro más o menos próximo, tal vez.

      Un abrazo

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  2. How fascism works, de J. Stanley, aclara bien ciertos mecanismos que rompen a esa frágil señora

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