10 oct 2023

Otra historia de abogados


Ojo, también se trabaja

Fue el último en enterarse del lío entre Sofía y Esteban. La intempestiva penumbra, ambos en el sofá de la salita en comprometida situación y el silencio espantoso que rompió la fotocopiadora cuando metió el auto procesal, no dejaban alternativa de interpretación. Salió de puntillas aferrando el texto legal como un salvavidas. Ignoraba que el día le iba a regalar más sorpresas. En un pasillo sorprendió a Paco y Alfredo, abogados matrimonialistas, haciéndose carantoñas y cerró los ojos pensando: «Esto parece un capítulo de Sex Education». Recordó su máxima apretando el paso: «Un becario en un bufete ve, calla y aprende. También pone cafés». A la altura de la recepción, el cartero sellaba la boca de Antonia, la secretaria, en animada confusión labial. Era su segunda jornada en la empresa. Pronto se acostumbraría, conocería a la nueva becaria y cambiaría su lema por: «Ver, callar y disfrutar».

                                                          ©Mikel Aboitiz

2 comentarios:

  1. El amor en el trabajo parece que quiere jugar siempre a encontrar actores, y quizás así el frío de los despachos de abogados y de los juzgados, se hace má llevadero.

    Un abrazo

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    1. Ha encontrado actores, pero no les he dado la entidad suficiente para que el relato fuera correspondido con el abrazo de ser clasificado.
      Un abrazo

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