23 dic 2011

En menos de 101 palabras (sin título ni frase inicial)



Alas para estos burros sin sensibilidad

Pronto tendrían que pedir de nuevo una ambulancia. No daba abasto con tanto dolor de espalda. Era una epidemia. Los más graves debían ser trasladados. Cuestión de horas. Tarde o temprano llegaría un paciente y el médico rural descubriría otra vez el nacimiento de unas alas. «Sí, otras alas» –pensó. Recordó su consulta anterior de la ciudad donde en una ocasión las viera aparecer en la espalda de aquel hermano franciscano, esa alma delicada. «Pero tantos casos...¡En un pueblo de gentes sin sensibilidad!» –gruñó. De un pescozón despachó al paciente (solo tenía dolores, no alas), escupió en una maceta y voceó: «¡el siguiente!»

©Mikel Aboitiz

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