Perrillo: cuadrúpedo de índole doméstica, cuasante de incomodidades cuando sostitene su peso sobre tres patas.La lengua Salvada (del Diccionario inconcluso de necedades)
Recursos Caninos
Aquella
mujer que esperaba conmigo el ascensor tenía los ojos tristes de un
pequinés y yo —pendiente del ERE— un día de perros, así es que
ni le cedí el paso ni saludé. Dentro de la cabina se giró
recriminatoria, con cara de bulldog, para ladrame un «buenos
días». Me acobardó, me sentí descortés, pillado en falta. Al
llegar al nivel de las oficinas, reculé con el rabo entre las
piernas.
No era necesario ser un sabueso para caer en la cuenta de que era la nueva directora de personal. El dóberman del jefe.
No era necesario ser un sabueso para caer en la cuenta de que era la nueva directora de personal. El dóberman del jefe.
©Mikel Aboitiz
No temas. A pesar del miedo que pueda infundir un dóberman, prefiero su ladrido al ronroneo de un gato. Al perro se le ve venir, del gato nunca sabes dónde puede estar el zarpazo.
ResponderEliminarPuestos a elegir, evitemos también las arañas, que te envuelven con en sus hilos traicioneros antes de que te des cuenta. Gracias por leerme
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