4 sept 2013

Relatos con segunda oportunidad



Siglo XXI

En la escuela, la profe contaba que no debíamos hacer caso de sábanas blancas. Tampoco prestar atención a mitos como el arrastrar de cadenas. O el ulular por angostos pasillos sobre gentes aterrorizadas. Patrañas. No debíamos dejarnos impresionar por leyendas recurrentes sobre velas misteriosamente apagadas. Ni hacer caso del efecto de gritos ahogados en la oscuridad o sombras braceando en las tinieblas.
Me hurgué en la nariz pensativo, escuchando a la profesora añadir enfática: «Todo eso está demodé. Estamos en pleno siglo XXI. A vosotros, futuros fantasmas, os enseñaremos otros trucos». Y todos nos carcajeamos mostrando nuestras risas sin dientes.

©Mikel Aboitiz

4 comentarios:

  1. Me gusta esa idea de una escuela de fantasmas, Mikel.

    Muy bueno.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La cosa, Pedro, es que algunos no necesitan ni ir a la escuela. Tienen ya mucho oficio de fantasma desde la cuna...

      Un saludo,

      Mikel

      Eliminar
  2. Conozco varias escuelas de fantasmas, lo curioso es que no los llaman así en los noticiarios, pero seguro que es para despistar ;.)
    Muy bueno.
    Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, y los fantasmas modernos no son tan discretos: arrastran sus sábanas con descaro.

      Un saludo

      Eliminar