14 may 2016

Otra historia de abogados

- Cuentas pendientes - 
Sí, el tuno junto a su difunta hija Elena soy yo. Desconocía esa foto. A veces hago cuentas con mi pasado, para separar el trigo de la paja de aquellos días en la Facultad de Derecho. Cuando el futuro se me presentaba togado o funcionarial. Fueron buenos tiempos, pero al rechazarse mi última prórroga, llegó la mili. Me vi súbitamente arrastrado hasta aquí, Ceuta, con el ímpetu de un caballo desbocado. Colgué la pandereta y la toga que nunca vestiría. Ahora regento este humilde bazar. Permítame. Con su asentimiento le muestro un retrato de Francisco de Vitoria que le hubiera encantado a su hija. Es lo poco que salvé de mi renuncia peninsular. Le haré un buen precio. De entonces, ya le digo, apenas logro ligar algún recuerdo genérico u otro. En cuanto a ese muchacho que espera impaciente afuera —su nieto— le aseguro que nada tiene que ver conmigo.
©Mikel Aboitiz


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