10 feb 2018

Otra historia de abogados

Cartera de clientes

Recibió en herencia un bufete con una cartera de clientes de cuento de hadas que ¡quién la tuviera! Sin embargo, se comportaba retraído, tímido en exceso. Aquella falta de seguridad sorprendía en alguien habituado a litigar. ¿Cómo podía ese hombre sumiso que apenas levantaba la vista al servirle mi lacayo más té, regir un despacho de abogados con clientes tan mundialmente famosos? Quién diría que su bufete defendiera a la realeza frente a ese insidioso enano saltarín, cuyo nombre cayó en el olvido. O que lograra tan gran éxito de publicidad representando sin pérdida de tiempo y gratuitamente a un carpintero harapiento frente a las acusaciones de la Oficina de Protección del Menor. Comenzó a darme fatiga el ponerme en sus manos. Sobre mi cabeza pesaban las acusaciones de mi hijastra por intento de asesinato y, el muy papanatas, ni siquiera tenía el valor de aceptarme una manzana del jardín.

©Mikel Aboitiz



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