9 oct 2020

Otra historia de abogados

 Cuestión de fe

«En la salud y en la enfermedad…». Agachó la cabeza y cerró los ojos, repasando ahí mismo su carrera de abogado que a tantas vidas le diera acceso. Por su profesión, conocía vericuetos verbales, fórmulas ineludibles en que plasmar contratos y cómo estos luego eran rotos en pedazos. Por eso, sin dejar de vigilar la pregunta que le formulaban, evocó a su abuela, siempre dispuesta a proteger al nieto, recordándole dichos populares, («¡Escarmienta en cabeza ajena!»), inculcándole valores que la sabiduría de la edad le otorgaba. Rememoró también la entrada en el colegio, algunas primeras novias esquivas, detalles biográficos que estallaron veloces en su mente como ocurre en trances de muerte. Pensó en cuando la conoció a ella y apretó aún más su mano, antes de revivir el rostro admonitorio de la abuela, abrir los ojos y contestar con la voz firme de un buen abogado matrimonialista: «Sí, quiero».

 

©Mikel Aboitiz

2 comentarios:

  1. Es que las abuelas nos preparan para la vida. Muy chulo el relato.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nos preparan como los ejercicios fisicos a un funambulista, pero luego la cuerda floja, es la cuerda floja de la vida.
      Gracias por leerme y un abrazo

      Eliminar